En una noche de estrellas, la familia Junior se reencontró para celebrar su historia
Las más grandes generaciones del equipo desfilaron en la rotonda de la Ventana de Campeones.
La luna barranquillera, adornada por luceros, fue testigo de un desfile lleno de gloria la noche de este miércoles en la Ventana de Campeones para volver a unir a la familia del Junior.
Las generaciones que dieron las bases para la gloria del equipo estuvieron encabezadas por Juan Ramón Verón y Gabriel Berdugo, figuras en el título de 1977, el primero y en el 1980, el segundo.
Es una oportunidad única en la vida para Berdugo, quien hace tres años, jugando un partido de exhibición, casi fallece de un problema cardíaco en pleno Romelio Martínez.
"Antes tenía setenta y ahora me siento de cincuenta. Esta es una oportunidad, me da mucha alegría estar aquí", comentó.
Para otro que fue muy especial ver a la vieja guardia, fue para Jorge Bolaño, quien ve en esas figuras a quienes de pequeño lo cargaron cuando su padre Óscar brillaba en el Romelio Martínez.
"Él estaría orgulloso de saltar acá. De poder compartir con tanta gente" afirmó.
Ese recorrido por la familia rojiblanca siguió con Giovanni Hernández, ídolo indiscutible del equipo y quien guarda un lugar especial en su memoria para una campaña que fue como ser campeón.
"Salvar el descenso fue un título más. Estar acá es una enorme felicidad… estar al lado del 'Pibe' que es el máximo representante es un honor", manifestó.
Y es que Carlos Valderrama se robó el show de principio a fin, animando a los presentes y liderando una generación de mediados de los noventa que para muchos fienla mejor de todos los tiempos.
"Esto es lindo, nos estamos reactivando y estar acá con tanta gente es un orgullo. Un honor", dijo Valderrama.
Uno a uno todas las generaciones se juntaron en la pasarela alrededor de la Ventana de Campeones recibiendo el cariño de los hinchas que desde la tarima bien definió el actual capitán, Sebastián Viera, al recordar la llamada que cambió su vida hace una década.
"Nunca pensé que esa llamada iba ser el mejor regalo de mi vida. Pasar diez años, tantos títulos, cuando solo iba a pasar un año. Ese es Junior, quien lo conoce, lo ama para toda la vida. Somos los Valderrama, los Delmenico, los 'Caimán' Sánchez y así puedo seguir por horas y este monumento se quedará para que cuando Dios mediante tenga 70 años, pueda venir con mis nietos y decir, aquí está papá", afirmó el portero.
La llama del monumento, arde con la fuerza de una pasión ya ilumina al lado del Río Magdalena cómo recordatorio eterno del amor de una región por el equipo que lo representa con toda la fuerza de unos colores que se han vuelto el lazo de una familia detrás del balón.